Estarás cansado de oír o leer lo bueno que es beber agua a lo largo del día. Es algo que todos sabemos. Lo recomendable es beber un mínimo de 6 a 8 vasos de agua al día, aunque esta recomendación siempre está sujeta a tu actividad física, tu complexión y estado de salud.
¿Por qué es necesario beber agua?
- Así mantendrás un buen nivel de hidratación. De no estar bien hidratado te sentirás cansado, débil y sin energía para afrontar las actividades cotidianas.
- Eliminarás toxinas. Acelerarás la actividad de los riñones filtrando toxinas en sangre y depurando el organismo.
- Evitarás el estreñimiento. El agua ayuda a que las heces estén más hidratadas y se haga más fácil su evacuación.
- Lucirás una piel más hidratada y brillante. Si no te hidratas lo suficiente la piel se vuelva seca y apagada.
- Prevendrás ciertos tipos de cefalea. Algunos dolores de cabeza son debidos a falta de hidratación o a la baja presión arterial. Bebiendo mayor cantidad de agua podrás prevenir estas molestias.
¿Y cómo consigue beber el mínimo de agua recomendado?
Si no eres de estas personas que bebe con facilidad porque se lo pide el cuerpo o porque no tienes ese hábito te damos una serie de consejos para que te resulte fácil no acabar el día sin beber la cantidad que debes beber.
- Lleva siempre contigo un botellín de agua. Si llevas agua en el bolso o la mochila siempre tendrás agua a mano para beber a la mínima sensación de sed.
- En el trabajo, ten siempre a mano una botella de agua. Nada más llegar a tu sitio de trabajo compra o rellena una botella de agua y tenla a la vista para acordarte que tienes que beberla.
- Bebe un vaso de agua nada más levantarte. Déjalo cerca de la zona de la cocina donde prepares el desayuno y así recordarás que antes de desayunar debes beberlo. Esto es especialmente útil para mejorar el estreñimiento.
- Déjate un vaso de agua o botellín de agua en la mesilla de noche y bébelo justo antes de irte a dormir. Además de asegurarte esa cantidad de agua al final del día te ayudará a eliminar líquidos retenidos y toxinas por la mañana. Al permanecer durante horas tumbada el riñón filtra más.
- Toma un vaso de agua antes de cada comida. Es una forma de repartir la ingesta de agua y evitarás beber mucho mientras comes, de manera que harás también mejor la digestión y te sentirás menos llena a media tarde para poder seguir bebiendo agua.
- Si el agua te aburre, prueba con las infusiones. Hay cientos de infusiones en el mercado y muchas de ellas tienen un sabor muy agradable. Coger la costumbre de hacerte una infusión entre comidas te ayudará mucho: beberás agua, te saciará y podrás aprovechar los beneficios de las propiedades de las mismas.
- Si aún así no hay manera de beber y sobre todo observas que pese a llevar siempre contigo agua no acabas de beberte la cantidad que te has marcado, ponte alarmas en el móvil. No hace falta que sea algo tan estricto como tomarse un medicamento, pero hasta que te salga por inercia ir bebiendo te ayudará a asegurarte una mínima cantidad de agua diaria.
Al principio es posible que lo veas como algo costoso. Conforme pasen los días, sin embargo, verás cómo eres tú misma la que tiene la iniciativa por beber de vez en cuando y podrás disfrutar de los beneficios de estar bien hidratado.
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